ROSARIO ANGELICAL - Las 9 coronas de San Miguel
ORACION DE LA MAÑANA
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíiritu Santo. Amen (Con mucho fervor rezar esta oración).
ORACION DE LA NOCHE
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíiritu Santo. Amen (Con mucho fervor rezar esta oración).
SEÑOR JESUS: Yo, pecador y siervo inútil, me arrodillo humildemente a tus pies. Me arrepiento de todos los pecados con los cuales hoy te ofendía y ocasioné daño a mis semejantes. Perdóname Señor. |
METODO PARA REZAR CORONA o ROSARIO
Se empieza la Corona rezando en la Medalla, la siguiente invocación :
Oh, Dios, ven en mi ayuda,
Apresúrate, Señor a socorrerme,
Gloria al Padre, hijo y al Espíritu Santo
Siguiendo los números del 01 - 09, apuntados por la flecha en la gráfica, se dice : Un Padrenuestro y tres Ave María, después de cada Salutación así: |
1
Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de los Serafines, que Dios Nuestro Señor prepare nuestras almas; y así recibir dignamente en nuestro corazones, el fuego de la Caridad perfecta. Amén (Padre Nuestro y 3 Aves María).
2
Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de los Querubines, que Dios Nuestro Señor nos conceda la gracia de abandonar los caminos del pecado; y seguir el camino de la Perfección Cristiana. Amén (Padre Nuestro y 3 Aves María).
3
Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de los Tronos, que Dios Nuestro Señor derrame en nuestros corazones, el verdadero y sincero espíritu de humildad Amén (Padre Nuestro y 3 Aves María).
4
Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de Dominaciones, que Dios Nuestro Señor nos conceda la gracia de controlar nuestros sentidos; y así dominar nuestras pasiones. Amén (Padre Nuestro y 3 Aves María).
5
Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de Potestades, que Dios Nuestro Señor proteja nuestras almas, contra las acechanzas del demonio. Amén (Padre Nuestro y 3 Aves María).
6
Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de Las Virtudes, que Dios Nuestro Señor nos conserve de todo mal; y no nos deje caer en la tentación. Amén (Padre Nuestro y 3 Aves María).
7
Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de los Principados, que Dios Nuestro Señor se digne llevar nuestras almas, con el verdadero espíritu de obediencia. Amén (Padre Nuestro y 3 Aves María).
8
Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de los Arcángeles, que Dios Nuestro Señor nos conceda la gracia de la perseverancia final en la Fe, y en las buenas obras; y así nos lleve a la gloria del Paraíso. Amén (Padre Nuestro y 3 Aves María).
9
Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de los Angeles, que Dios Nuestro Señor nos conceda la gracia, de ser protegidos por ellos, durante esta vida mortal; y nos guíen a la Gloria Eterna. Amén (Padre Nuestro y 3 Aves María).
Siguiendo la flecha en la gráfica que apunta los números 10-13, se reza un Padrenuestro en honor de cada uno de los siguientes ángeles, como se indica:
Nº10 a San Miguel, Nº 11 a San Gabriel, Nº 12 a San Rafael y Nº 13 al Angel de la Guarda.
La Corona se termina con las siguientes oraciones:
Oh Glorioso Príncipe, San Miguel, Jefe Principal de la Milicia Celestial; Guardián fidelísimo de las armas, Vencedor principal de los espíritus rebeldes; fiel servidor en el Palacio del Rey Divino, sois nuestro admirable guía y Conductor. i
Vos que brilláis con excelente resplandor y con virtud sobrehumana, líbranos de todo mal. Con plena confianza recurrimos a vos. Asistimos con vuestra afable protección; para que seamos más y más fieles al servicio de Dios, todos los días de nuestra vida.
Verso : Rogad por nosotros, Oh Glorioso San Miguel, Príncipe de la Iglesia de Jesucristo
Respuesta : Para que seamos dignos de alcanzar sus Promesas.
ORACION
Omnipotente Eterno Dios, Os adoramos y bendecimos. En nuestra maravillosa bondad, y con el misericordioso deseo salvar las almas del género humano, habéis escogido al Glorioso Arcángel, San Miguel, como Príncipe de vuestra Iglesia.
Humildemente Os suplicamos, Padre Celestial, que nos libréis de nuestros enemigos.
En la hora de la muerte, no permitáis que ningún espíritu maligno se nos acerque, para perjudicar nuestras almas. Oh Dios y Señor Nuestro, guiadnos por medio de ese mismo Arcángel. Enviadle que nos conduzca a la Presencia de Vuestra Excelsa y Divina Majestad. Os lo pedimos por los méritos de Jesucristo. Nuestro Señor. Amén.
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